Cuentos
La
fiesta de las flores y de las frutas.
El invierno era tan
igual que al de los otros años, que todos los días amanecía brillante el
portentoso Tungurahua demostrando su gloria y fortaleza dominante en la
serranía ecuatoriana.
En uno de aquellos
lugares más cercanos donde hoy es
Dominga aseveró;
oye Aurelia esta papa esta amarga; Aurelia la probó y dijo: no, tu estas mal,
esta papa esta muy dulce, entonces la saboreó Santos y aseguró diciendo; esta
papa no esta ni amarga ni dulce, esta agria; inmediatamente sorprendida
Humercinda saboreó la misma papa y exclamó, no se que les pasa a ustedes! pero
la papa, no esta ni amarga, ni dulce, ni agria, está picante; entonces apareció de repente un niño que de
repente a una de ellas se le ocurrió decir, miren un Guaytambito y lo llamaron
para que probara la papa y les dijera que sabor tiene, el niño al saborear no
le hallaba gusto diferente que al de una papa y se la comió toda, entonces les
dijo; creo que ha sido la papa mas rica que he probado en toda mi vida.
Ellas exclamaron, como puede ser posible,
si no tenía sabor normal, entonces el Guaytambito les contestó, lo que sucede
es que ustedes no debían cocinar aquella papa, porque seguramente estaba
encantada.
Como! Exclamaron
nuevamente, y comenzaron a mirarse de una a otra, y por un momento se les borro
la memoria desconociéndose entre ellas (las niñas), el visitante les dijo, a
pesar que yo no se lo que me pueda pasar en lo posterior, no se si pueda
ayudarlas y se despidió.
Se acercaba la
tarde y se avecinaba una fuerte lluvia, acompañada de luces y sonidos, las
niñas se dijeron la una a la otra, como te llamas tú? y nuevamente supieron de
sus nombres, pero el mal tiempo no les permitió seguir jugando, así que
decidieron regresar a sus casas sin llevarse nada y abandonaron el lugar y sin
rumbo cada cual cogió un camino diferente, diciendo mañana volveremos a este
lugar para saber porque estamos hoy aquí.
Al otro día muy por
la mañana, un sol radiante acompañaba a Dominga y al llegar al sitio donde
estuvieron jugando, algo faltaba en el lugar, de pronto apareció Santos y preguntó;
¿Dominga, este lugar es maravilloso? ayer no quedó así, alguien dejó frutas
sobre los platos, de repente apareció Aurelia y dijo, Hola amigas como están,
¿Aurelia que traes? Le preguntaron, ella contestó; unas flores que encontré en
el camino y como yo nunca he visto algo tan bello como éstas, las recogí para jugar al carnaval.
Luego se asomó
Humercinda sin saber lo que estaban conversando las niñas y saludando les dijo;
ayer tuve un sueño y les voy a contar; sucede que iba por el camino y me encontré
unas flores, mas allá cogí de la chacra de mis padres algunas frutas y las
deposité en un cántaro de barro, y al
levantar dicho barro se me partió en dos
y me desperté diciendo ya mismo comienza la fiesta y que voy a llevar.
Mientras la niña
Dominga analizaba todo lo que estaba sucediendo, les dijo, yo llegué primero
hoy a este lugar y lo encontré desconocido, no se dan cuenta ustedes? les
preguntó, entonces cada una dijo si en verdad, allí había una planta de
eucalipto hoy no está, Santos dijo, yo no recuerdo nada de lo que sucedió ayer;
estaban tan entretenidas las niñas que no se dieron cuenta en que momento se
unió al grupo el Guaytambito y se asombraron al verlo junto a ellas.
Una de ellas le
dijo que haces tu aquí, acaso ya no se acuerdan, ayer ustedes discutían por el
sabor de una papa, una de ellas contestó, si recuerdo algo de eso, pero me
pareció que era un sueño, acaso es realidad lo que viví?. El Guaytambito les
aseguró que ellas habían estado discutiendo y que al probar la papa a cada una le
sabia diferente.
Entonces dijeron,
algo está pasando en este lugar; le preguntaron al niño, tu vives cerca o lejos
de aquí, el niño receloso dijo, yo vivo al otro lado de aquella colina, ellas
se sorprendieron nuevamente porque aquella colina quedaba muy lejos y se
tardaría dos o tres días caminando para llegar hasta ese lugar, entonces el
Guaytambito les dijo; no se asombren de lo que digo, yo vivo tras la colina
pero desde hace dos días estoy por estos lugares porque aquí vive mi abuelita,
las niñas entendieron y le preguntaron y como se llama tu abuelita? El niño
respondió diciendo, mi abuelita se llama Fiesta.
Entonces a ellas
les pareció algo burlesco lo antes dicho por el niño, Guaytambito se atrevió a
preguntar el nombre de una de ellas y le preguntó a Aurelia la mas blanquita de
ojos claros y pelo rizado. Y tu como te llamas?, entonces ella en tono
sonriente le contestó lo me llamo Flor, el niño le dijo bonito nombre. Se
atrevió a preguntarle por el nombre a Santos y nuevamente repitió la frase, y tu
como te llamas?, entonces ella le respondió, yo también me llamo Flor.
El Guaytambito un
tanto molesto se dio cuenta que le estaban tomando el pelo, seguidamente
preguntó a Dominga, y tu, no me digas que te llamas Rosa, casi aciertas le
contestó ella, al momento de decirle me llamo Fruta, molesto el Guaytambito le
dijo, ya dejen de burlarse de mí, si yo se bien como se llaman ustedes,
entonces las niñas comprendieron que aquel niño sabía lo que estaba pasando en
el lugar y no quería que lo descubrieran quien es, entonces Humercinda exclamó
¡entonces tu debes ser el verdadero Guaytambito¡, dinos la verdad, que sucede,
porque pasan cosas raras entre nosotros en este lugar.
Entonces el
Guaytambito al verse descubierto, les respondió; lo que sucede es que yo obedezco
al dios sol y me envió hasta este lugar en este mes de febrero para que
organizara, la fiesta de la temporada, y todo ha salido perfectamente, tal como
lo pensé y mi dios se sentirá orgulloso de mi trabajo.
Y en homenaje a sus
vivencias y las mías, Resaltando que mi abuelita se llama FIESTA y sobre las FLORES que encontró Humercinda y
al nombre que se inventaron Aurelia y Santos, mas el apodo de FRUTA que se puso
Dominga. Aquí se inicia
El guaytambito
contento de haber cumplido con su obligación se despidió de las niñas diciendo,
ustedes siempre serán recordadas cada año en esta celebración.
Las niñas
asombradas de lo que habían descubierto, organizaron con el resto de amigos del
sector una gran fiesta donde por iniciativa jugaban con flores, frutas y barros
justo en temporada de carnaval.
Desde aquel
entonces en Ambato se celebra esta renombrada fiesta que atrae a propios y
extraños atraídos por el carnaval culto
que realizan los ambateños la fiesta la mas concurrida en todo el país.
Sucede que por la temporada de verano, el único viejito que vivía por el
sector del Dornajo, (antiguo asentamiento indígena) cerca de la parroquia
Chacras del cantón Arenillas, una vez tuvo que irse a trabajar a su parcela sin desayunar, y al medio día de
regreso a su choza, el anciano iba pensando en que era lo que iba ha hacer de
almuerzo, pero se encontró con la sorpresa de que sus alimentos ya estaban
preparados, con el hambre que llevaba, se limitó a pensar, alguna dama
enamorada de mi me ha venido a cocinar se comió los alimentos y nuevamente se
fue a trabajar, al regreso tuvo que hacer merienda para el solo.
Al otro día sorprendido con lo que le sucedió anteriormente, salio a
trabajar, pero se quedó escondido cerca de su casa para ver cual o quien era
que le cocinaba tan delicioso, sucede
que a eso de las diez de la mañana vio que una reina india ingresaba a su
vivienda y demoró una media hora, supuestamente le dejo haciendo nuevamente el
almuerzo, luego al salir la hermosa dama, se dirigió a la loma cercana e
ingresó por una cueva como puerta, al otro día el viejito dijo; ahora voy a
esperarle que entre y hago amistad dentro de mi casa. Pero sucedió que la dejó entrar e inmediatamente se dirigió
cuando entro a su casa no había la
hermosa reina.
Después trató de ir a la cueva allá en el cerro pero se perdió nunca
encontró dicha cueva. Entonces se dio cuenta que se tratada de un mensaje de
que no permitiera que destruyan aquel cementerio indígena que se encuentra en
el Sitio El Dornajo.
Nacimiento del niño
en la frontera.
Era la
época de verano cuando Dios le dijo a uno de sus ángeles; ir a ese hermoso
paraíso, la tierra y dad la buena nueva, el ángel le contesta, pero señor, allá
están en problemas y me pueden mandar sacando, mejor les llamo por teléfono,
Dios un tanto ocupado con otros quehaceres, dice; ya, deja nomás no hagas nada,
entonces llamó a otro ángel y le encomendó, vaya al planeta verde lleno de vida
silvestre y diga que muy pronto llegará el salvador, el ángel le contestó,
Señor porque no le manda a otro, yo tengo una mala experiencia cuando por
ultima vez visite la tierra, Dios enfurecido, dijo ya, ya, vaya a seguir con
sus quehaceres; nuevamente Dios llamó otro ángel y dijo, tu te encargarás de
llevar
Bueno; al
parecer, dijo Dios, ya no tengo opción anda y cumple con lo que te mandé,
entonces el ángel, llamó por teléfono y le contesta una operadora y le dice,
bienvenido a porta, su saldo es insuficiente para hacer esta llamada; el ángel
coge el otro teléfono y la operadora le contesta, bienvenido a movistar, lo siento su llamada
está siendo transferida al buzón de mensajes; el ángel coge otro teléfono e
intenta llamar desde el cielo a la tierra y le contesta Ring, Ring, Ring, el
mismo tono y mejor cuelga, porque nadie le contesta el Alegro; porque son pocos
los usuarios, entonces decide tomar la única opción que le queda, tomar el
teléfono convencional y se encuentra con la ingrata sorpresa, que el servicio
de pacifictel es muy remoto estaba mudo.
Entonces
el ángel se vio en la obligación de descender nomás al sitio indicado, mientras
en el camino otro ángel que iba de regreso le dijo, vea mi panita, mejor ni se
vaya, allá, parece el infierno, muertes a diario a balazos, por motivos de
faldas, robos, malos repartos, droga, contrabando, trafico de armas,
prostitución, etc. etc., y es mas allá en Huaquillas un grupillo ha ocasionado
un gran escándalo que dejó dos muertos uno en Arenillas y otro en Huaquillas,
como recién terminó la campaña política aun hay resentidos, eso del paso
chacras la palma, con eso de Sana Sana, otro relajo, y los abogados que siguen
en pelea, mejor anda escoge otro lugar para que nazca el niño, el no se merece
nacer en esa bonita ciudad; claro está, porque Manuelito la ha dejado bonita,
pero anda ver si puedes, lo que si te digo es que el comercio es tan grande en
esta temporada en Huaquillas, que todo el mundo está entusiasmado, o viéndolo
bien yo opino que si debería nacer el niño en la frontera para que les quite
todita la gana de joder a esos revoltosos fronterizos y se unan de una ves por
todas, además te comento que en la iglesia del centro no se escucha el repique
de las campanas, lo que si no se, es porque algunos le cargan bronca al curita
que dizque se mete en política.
Bueno; de
todas maneras pensándolo bien anda nomás y empápate tu mismo de los miles de
problemas que hay en esa ciudad y mejor hazlo nacer en Belén nomás como ha sido
la tradición.
El ladrillero y un
guanchaco.
SACH.
Érase una vez que Don Pedro madrugó para ir a su ladrillera;
los ladrilleros que le acompañaban le preguntaron, ¿Don Pedro, cuantos
ladrillos tenemos que hacer esta semana?, Don Pedro les respondió; si ustedes
ponen empeño y como les voy a pagar por avance (por la cantidad que hagan)
haremos unos diez mil y el sábado mismo los ponemos a quemar para el lunes
sacarlos a la venta.
Sucedió que llegaron al sitio de sacar la arcilla, mezclarla
con chusma de arroz y revolver la maza para ponerla en los respectivos moldes y
luego a secar al sol en la pampa adecuada pare ello.
Uno de los ayudantes (Juan) aseguró y dijo “si viste esa
rata que pasó” el otro le dijo yo no vi nada; al medio día nuevamente el obrero
exclamó ¡si viste esa rata era gigante!, nunca había visto una igual, el otro
le responde yo no vi nada, tu de hambre ya ves visiones.
Después del almuerzo, uno de ellos (Carlos) pensativo en lo
que había exclamado su compañero, dijo, oye Juan de repente lo que viste no fue
rata, Juan responde “si hermano”, puedo jurar que era una rata gigante, parecía
zorro. Entonces el otro con la sonrisa sarcástica le dice, dime Juan, de donde
eres tú, Juan le contesta, yo soy de la ciudad de Quito y he venido a trabajar
acá porque allá no hay trabajo, jocosamente el otro le dice “lo que pasa es que
tu no conoces nada de campo por eso no sabes lo que has visto, y Juan seguía
con la seguridad de haber visto una rata muy grande.
El martes a eso de las once de la mañana uno de ellos,
“Pepe” dice; me da la impresión que aquí hay un guanchaco, al oír esto otro de
ellos, (Lucho) coge el azadón y lo
amenaza y le dice “mira Pepe si vuelves a insultarme yo no respondo”, Pepe
también lo había visto al animalito roedor.
El miércoles hacía un solazo que decidieron sentarse por
unos 20 minutos a descansar bajo un matorral y mientras ellos se acomodaban
bajo la sombra; un roedor salió en estampida de entre unos troncos caídos y
amontonados y Juan dijo esa es la rata gigante que vi el lunes, mientras Pepe
añadió al asombro, por si no lo sabes ese se llama Guanchaco, aunque a Lucho no
le gusta oír ese nombre porque ese es su apodo, de allí en adelante Lucho se
hizo al dolor y ya no se molestaba cuando le decían “Guanchaco Rabo Pelao”
Ya era jueves y la tarea de hacer los ladrillos continuaba
cuando uno de los trabajadores tenía una tos intensa, decían que del agua y el
lodo que batían le habían salido unos granos y chupos.
El viernes nuevamente uno de ellos dijo “por allí anda el
guanchaco, lo puedo oler, parece que esta muy cerca, pero solo era por
molestarlo a Lucho”.
El sábado a la hora
de llenar el horno del ladrillo crudo para cocinarlo, a uno se le ocurre
decirle al otro, “oye porque no lo curamos a ese man de los chupos y granos que
tiene” y entre ellos se pusieron de acuerdo para cazar el guanchaco y hacerlo
un caldo, así que por la tarde decidieron dos de ellos, quedarse para darle
casería al roedor, ya al anochecer, lo cazaron a palos y lo mataron lo pusieron
en un saco y lo llevaron a Huaquillas a
la casa de uno de ellos.
Luego lo pelaron y lo hicieron un sabroso caldo y
la carne la desmenuzaron para hacerla aparte con otros condimentos como si
fuera atún con arroz, luego fueron a la casa del enfermo graniento, que vivía a
una cuadra, lo invitaron con el pretexto
que habían hecho un caldo de gallina y que había sobrado así que pensaron en
invitarlo para que no se desperdicie la comida y para que se deleite del rico
caldo que les había salido; el enfermo, sin saber se sirvió el caldo y una vez
que se comió el arroz con carne de guanchaco desmenuzada, después de una hora
de conversación, le mostraron el cuero del animal y le dijeron que la merienda
la habían hecho de carne de guanchaco
para que se cure de la enfermedad, menos mal el enfermo no tuvo asco y
pasó por desapercibida la cena de la noche.
Ya el lunes tocaba ir
nuevamente a sacar el ladrillo del horno y constataron que el ladrillero que
tomó el caldo y comió la carne desmenuzada de guanchaco ya se había curado de
los granos que según decían sus compañeros, parecía burro matoso con muchos
tupes.
Y así termina la vida de un roedor de las ladrilleras de
Huaquillas que el quiteño lo bautizó como rata gigante, y que sin duda el
guanchaco se parece muchísimo a una rata, solo que es más grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario