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martes, 1 de diciembre de 2020

Las horas interminables de la frontera

 

Las horas interminables de la frontera.

 

Por: Andrés Campos Hidalgo. 

Escritor y Periodista

Entrevista realizada  en Huaquillas, el 15 de mayo de 1966 por Luis Héctor H. Estrella G. Ex Sargento de la Armada Nacional. Tomado de la Revista - Revista  Defensores de mi patria 1966

 

Relación sucinta de los hechos descritos por el ciudadano Cristobal Pizarro Alburqueque, Padre de don Victor, Higinio, Francisco y abuelo de Wilson Pizarro.

Don Cristóbal nativo de la población de Huaquillas el mismo que vivió los momentos aciagos de la invasión peruana.

En el carretero que conduce a Hualtaco, balneario de la población de Huaquillas a mas o menos 200 metros del cementerio general de la población vive don Cristóbal Pizarro, al mismo que encontramos en compañía de su esposa Doña Santos Herrera y de su hija Nery Espanta Pizarro, forman una tan sincera y amable familia de los habitantes de la frontera ecuatoriana, me invitaron a pasar y a escampar del ardiente sol de los despampados de la frontera.

Mi viaje obedecía como le explique al Sr. Pizarro el de recopilar datos auténticos de personas nativas del lugar y que estuvieren aun residiendo y los mismos que en aciagos momentos de la invasión peruana hubieren estado juntos con las tropas del Ejército Ecuatoriano y la cosa parece fácil pero la verdad es que resultó lo mas difícil del mundo, pues a pesar de que en la población fronteriza de Huaquillas existen en la actualidad no menos de 5000 personas es tan difícil como buscar una aguja en un pajar, encontrar una persona nativa del lugar y mucho peor un sobreviviente de la magna epopeya del 41, así que vi compensadas mis esperanzas y esfuerzos al encontrarme con uno de los pocos patriarcas y gran ecuatoriano de la población de Huaquillas, Don Cristóbal Pizarro y su digna esposa, también fiel testigo de las acciones acaecidas hace 25 años: bien; luego de la presentación formal y de saber que en calidad de periodista y mas aun excombatiente del 41 aunque en diferente frente me sería tan fecundo para la obra que había emprendido el que me comunicara sus impresiones y lentamente como quien descorre un velo de algún caso olvidado habla con la mayor franqueza y dicción mientras ruedan lágrimas de sus ya cansados ojos y comienza.

 

Sr. Me dice: Nací hace 65 años en esta población fronteriza y me enorgullezco de ello, ya que me siento uno de los pocos ecuatorianos que en todo momento estamos y estaremos hasta la finalización de nuestros días de centinelas de la ecuatorianidad, tengo trece hijos de los cuales me sobreviven 11, 8 varones han hecho la conscripción militar con mucho orgullo, y esta niña (Nery) que precisamente el 26 de septiembre cumple 15 años, ella representa mucho para nosotros pues ya verá señor, los varones se casan, forman su hogar y se marchan de la casa de sus padres, es por esto pues que esta niña es para nosotros toda la felicidad.............. entonces con una comprensión de miradas entre los padres y la niña se dicen en sus ojos lo mucho que sus padres la quieren....

Para comenzar nos dice; Desde que fui joven mi mayor afán ha sido el ser militar y en esa forma servir a mi patria ya que desde niño siempre he podido ver los abusos del vecino del sur por apropiarse de nuestro territorio así que cada que he tenido la oportunidad he tratado de servir en lo posible a las tropas que llegaban a nuestra frontera, y es en esa forma que tuve la intima satisfacción de hacer muchas amistades con los ecuatorianos nobles y valientes que el año 41 defendieron la frontera, muy especialmente con ese valiente noble Jefe Mayor Luis Rosero; Prosigo las acciones, sin precisar el día, pero si la hora ya que en el momento de la orden yo estaba en el casino de oficiales (me muestra su casa la misma que estaba desde el 41) el que dos soldados fueron a cortar hierba para mulares del destacamento en el punto llamado BRAMADOR, donde cumpliendo esta orden los soldados, coronel y otro que no recuerdo (el nombre), mas en el estero que estaban acercándose a cortar la hierba, habían estado escondidos los soldados peruanos, los mismos que demostrando una vez mas su cobardía dispararon a mansalva, contra dos hombres armados solamente con machetes, fueron las primeras ráfagas de ametralladora que con su voz de muerte y dolor vinieron a interrumpir las horas de tranquilidad del destacamento.

Tan pronto el enemigo cobro su primer víctima el compañero del soldado Narváez, vino corriendo donde el mayor rosero a contarle lo sucedido, hasta tanto ya las tropas se habían armado y se dio la orden de esparcirse en la línea de frontera, en esos precisos momentos y cuando el soldado Coronado cruzaba en carrera hacia el casino de oficiales con una orden de sus superiores, fue impactado en la cabeza por un proyectil enemigo de ametralladora, es así como comenzó todo señor, ya teníamos dos heridos de gravedad, pues ninguno de los dos compañeros murió inmediatamente y precisaron los cuidados de los enfermeros mientras el fuego en la línea era ya terrible, mire usted señor, aquello viejos ceibos son fieles testigos de una de las mas grandes hazañas de un grupo de soldados nuestros que en suicida acción ya sabiendo de la muerte de los compañeros Coronado y Narváez, se lanzaron en salvaje carrera y se tomaron el destacamento enemigo de Aguas Verdes, según después supimos, ochos soldados al mando de un sargento, hicieron esta hazaña de valor, estábamos ciegos de odio y de venganza y en estos precisos momentos fue que recibí la orden de trabajar una caja para enterrar a los primeros héroes de la frontera que en defensa de la nacionalidad estaban cumpliendo con su deber por escasez de material y a la vez de tiempo se hizo durante la noche una sola caja y en medio del dolor de sus compañeros fueron los dos bravos soldados colocados en la fosa que ya le voy a enseñar.

Así finalizó el primer día de la frontera en el año 41 estaba mi señora próxima a dar a luz a uno de nuestros hijos y creí del caso aprovechando las sombras de la noche llevarle con los demás chicos hacia dentro donde tenía un pequeño desmonte, pero el amor a su patria y la fidelidad hacia los suyos le hicieron que mi esposa no quisiera separarse de nosotros y permaneció hasta el 24 de julio en la frontera.

Bueno señor periodista de lo que se trata es de demostrar al mundo las verdades del 41 y aquí prosigo, como le había dicho en una acción grande y valerosa y sabedores de que los primeros soldados ya fallecieron, se adentró en territorio enemigo de Aguas Verdes, un destacamento del Cayambe, el mismo que sin tener resistencia ninguna avanzó lo que mas pudo en territorio enemigo para vengar la sangre de estos dos compañeros fallecidos pero los enemigos habían desaparecido como siempre y tuvieron que regresar a sus líneas de combate. Se recrudeció todo el día el fuego de parte y parte, es así, como un sargento peruano que quiso pasarse el estero que divide los dos países fue mortalmente herido por un certero disparo de un bravo del Cayambe y luego le trajimos a nuestro territorio, falleciendo en medio de la placita (parque) de la población y eso dicen los enemigos que fue una acción de ellos, es falso señor, yo mismo me  encargué de traer al enemigo y murió en territorio nuestro, de entonces ya la cosa cambió totalmente nos dábamos bala mutuamente hasta el día 24 de julio en que ya totalmente sin munición recibimos la orden de replegarnos sin que hasta ese día hayan pasado un milímetro de frontera los enemigos, es la pura verdad señor, yo no se como cada cual escribe lo que puede, la verdad es que la conflagración se generalizó cuando ya fuimos atacados cobardemente por la aviación enemiga y pasados parte a lo largo de la frontera para que nos replegáramos para el centro de la provincia.

El 24 de julio en compañía del Mayor Rosero que se defendió como verdadero héroe a lo largo de la frontera salimos en compañía de el mismo y de un poco de personas civiles para la Guada, viajamos a pié y por la noche, hasta que llegamos a Arenillas donde fue herido con una esquirla de granada por la aviación enemiga, siendo luego conducido al centro del país en un avión desde entonces no le he visto y uno de mis mayores anhelos sería darle un fuerte abrazo a este verdadero soldado ecuatoriano, defensor de la frontera el mencionado año, a pesar de la falta de todo y carentes de munición, pero así defendimos la patria de un enemigo 100 veces superior a los nuestros, pero sin el valor y patriotismo del soldado ecuatoriano.

De allí señor periodista, vino lo mas terrible para nosotros, ya que viendo abandonada la frontera y habiéndoles llegado mas refuerzos a los peruanos comenzó la invasión, considere señor sin recursos económicos con una señora en días de alumbrar y con 7 hijos los mas pequeños que necesitaban de atención y saliendo a pié para Santa Rosa, ¿Sabe qué.....? pues a servir de burla , ya que como se acercaba las fiestas de Santa Rosa la gente nos decía que nos adelantábamos a las mismas y que todavía no eran las fiestas, nosotros con ansias de llegar a sitio seguro y por la señora enferma no hacíamos caso de las burlas de los santarroseños y les comunicamos que ya venían los peruanos, a lo cual algunos no daban crédito, pues decían que ya habían arreglado y que nada pasaría, hasta que al siguiente día y viendo ya el bombardeo de las ciudades y arrasamiento de la provincia de El Oro, comenzó a salir la gente, Ud. Viera dice la señora Santos; Recuerdo como salían las señoras y niñas de Santa Rosa vestidas como estaba, algunas en caballos y sin aparejos, las mas a pié y llevando apenas un atadito de ropa, el bombardeo a poblaciones civiles seguía y miles de tropas peruanas ya estaban a las puertas de Santa Rosa y Arenillas y fue bombardeada y arrasada y en esos momentos la tragedia y la desesperación ya hicieron presas fáciles a la población civil que evacuaba su patria en la forma mas triste, los mas cogimos por la zona de Tendales y el Guabo, perseguidos insistentemente por la aviación enemiga y acosados por el mas terrible invierno que ha soportado la provincia en muchísimos años, casi nunca se ha visto el mas terrible invierno donde mujeres, niños y ancianos nos hundimos en los lodazales del camino. Que terrible fue eso¡ pero no era eso todo después de tantos trabajos  y tristezas llegamos con mi familia a la noble y acogedora ciudad de Guayaquil ¡sabe a qué? A limosnar para  mi señora y mis hijos y sí habían personas caritativas que si nos apoyaban, también gente que sin tener siquiera nociones de patriotismo y caridad nos insultaban diciéndonos que éramos unos flojos que habíamos entregado a la frontera.............¿ abrase visto tamaña injuria? Con la amargura en nuestros corazones y la tristeza infinita en el alma seguíamos el camino de la miseria mas atroz y desesperante, hasta que conseguí un trabajo por Chongón y llevé ahí a mi familia pero el destino parece que no se había cobrado hasta el último la deuda de la tristeza y amargura para conmigo. Y es si como dentro de la mas desventurada miseria se murió de inanición (agotamiento)n un hijo mío, si señor de inanición y encontré el triste espectáculo de ver a mi esposa e hijos rodeando un cadáver desnudo de un hijo mío y sin tener para una miserable cajita. (gruesas lágrimas llenan los ojos de los esposos al recordar esto) y como siempre no faltan corazones misericordiosos puede enterrar a mi niño victima  inocente del destino y de la felonía (traición) del cobarde y ruin enemigo, así transcurrió el tiempo y luego de haber entregado la provincia. El enemigo volvimos con el alma presa del mas grande pavor, no encontramos nada y solamente quedaba de mi casita bastante grande y confortable apenas dos pedazos de tronco quemados (he visto los mismos que los conservo como reliquias) y desde entonces comencé la dura tarea de rehabilitación  y aquí me tiene dispuesto al sacrificio de ser necesario, pero ahora ya seré mas feliz pues sería el comandante de mi pelotón propio pues como le dije en un principio 8 de mis hijos ya han servido al Ejército y me siento orgulloso y feliz de haber dado estos soldados a la patria.

 

Son las doce del día caluroso y persistente el sol en los despampados de la frontera y me dispongo a partir pero me dice falta de que usted conozca lo mejor y recuerde que a pocos pasos de mi casa está el cementerio, donde en una fosa común fueron depositados, a mi regreso del exilio los cadáveres de los conscriptos caídos en defensa de la patria y es así como nos dirigimos al cementerio de Huaquillas, sobrecogidos  del respeto llegamos ante la cruz de mármol donde un día reposaron los restos sagrados de los defensores de la  nacionalidad, y en la misma que dice así;

“Ecuatorianos Caídos en el cumplimiento de su deber” Julio de 1941. Es una cruz de mármol de 1.60Mts de altura por 70 cm. De ancho en los brazos; labrada, tallada y asentada sobre un pequeño montículo, delante de la misma se halla una fosa común de cemento de 1.60 m de largo por 1.40 m de ancho con suficiente profundidad para que quepan todos los cadáveres que fueron hallados en la frontera los mismos que reposaron en dicho lugar sagrado hasta cuando fueron trasladados al lugar definitivo en el mausoleo de arenillas.

Sobrecoge el espíritu  del soldado defensor de la nacionalidad el saber que en aquel paraje sombrío y solitario reposan las cenizas de los verdaderos defensores de la patria y que los gobiernos pasados no hayan hecho un homenaje de sincera y adecuada recordación para sus hijos que en horas amargas supieron entregar sus vida por la patria toda.

En la soledad del cementerio y recordando lo injusto del despiadado enemigo, lagrimas de dolor y de venganza derramaron nuestros ojos y así luego de haber visitado el sagrado lugar retorné para la población de Huaquillas, agradeciendo de verdad a este noble ecuatoriano Don Cristóbal Pizarro Alburqueque, que  me había dado estos datos tan perfectos y precisos de la invasión del Perú al desarmado Ecuador el año 1941.

Al cruzar por donde entes fuera la plaza de Huaquillas, en un derruido muro pude leer estas palabras “LAS FRONTERAS NO SON LOS SUBURBIOS DE LA NACIONALIDAD, SON EL PUNTO GEOGRAFICO DONDE COMIENZA EL ECUADOR. VELEMOS POR ELLAS”.

            Y es así como sobrecogido de respeto y silenciosamente me apartaba de los lugares sagrados de la provincia. De la gran atalaya de la supervivencia nacional, Huaquillas victima de la mas grande e injusta agresión........ y continuaremos por la visita a la Prov. Mártir gracias mil al señor Don Cristóbal Pizarro y a su digna y patriota esposa doña Santos Herrera de Pizarro.

 

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